Lo que quiero y/o lo correcto

Arranquemos con una cita del cuento "La Última Pregunta", de Isaac Asimov (léanlo completo por favor, lo pueden bajar de http://goo.gl/bifnA):


"Uno por uno, el Hombre se fusionó con la AC, cada cuerpo físico perdió su
identidad mental en forma tal que no era una pérdida sino una ganancia."


Siempre me quedó esa frase... "en forma tal que no era una pérdida sino una ganancia". La identidad, la unipersonalidad, la LIBERTAD, era algo que valía la pena invertir para ganar perdiéndola.


Creo que ahí está la respuesta a la pregunta tácita que conlleva el título de este artículo.


"Lo que quiero" es una variable de inversión de célula individual, es lo que me compete en cuanto YO. "Lo que debo" suele apelar a la combinación del interés propio con un interés más colectivo, ya sea que incluya a otra persona o a muchas otras.


Nunca se trata de otra cosa que no sea de libertad como don (la moneda con talentos a invertir de la parábola bíblica), que debe ser administrado para lograr la mayor ganancia personal.


Y ahí ya empezamos a tallar con las personalidad altruistas y egoístas, y la verdad queridos amigos que es materia análisis con mi psicóloga cuál es la alquimia perfecta en cuanto a combinación de estas dos posibilidades... no tengo respuesta y sinceramente no sé si alguna vez la tendré.


Particularmente soy una persona de personalidad comunitaria, esto es, creo de corazón que los mejores resultados se dan colaborativamente; parte de mi credo es que la salvación de la humanidad como tal se dará mediante el camino que plantea Asimov en su cuento: la fusión de las mentes humanas en un único colectivo. De hecho me parece que la revolución de la información e internet recorren ese sendero. Hoy no es raro encontrar una cooperativa de producción de contenidos digitales que combine ciudadanos argentinos, serbios y rumanos (ese es el caso de la empresa en la que participa mi hermano, Codersplug).


Y como dijo Umberto Eco, ya no se trata de encontrar la información, sino de cómo realizar combinatorias de ellas y llegar a nuevas conclusiones. Cada día más, tenemos las respuestas al alcance de la mano, sólo tenemos que razonar esa info y llegar a las respuestas que más felices nos hagan, decidiendo luego del análisis si el mejor camino es el que quiero o el que debo.


Como siempre, se trata de pensar, configurar y decidir.


Piénsenlo.


Nos vemos el lunes, los quiero mucho.