Cazando

La vida es cacería... cuidado, no entiendan esto como un slogan agresivo que abone las teorías del capitalismo salvaje, no es mi intención en lo absoluto.
Trataré de sacudir esos fantasmas como siempre trato de hacerlo: argumentando.


Primeramente analicemos de qué se trata la cacería, que ahora que lo pienso, podría unirse a los principios básicos del Arte de la Guerra citados por Sun Tzu; básicamente se trata de configurar al enemigo, analizar el terreno y planificar tácticas adaptadas a esas realidades que se inserten en una estrategia global.
Por caso, saber que tengo que cazar un ciervo (enemigo) cuando va al lago que está rodeado de pastizales a hidratarse (terreno), sorprendiéndolo mientras lo hace previo ocultamiento en los citados pastizales circundantes (táctica) para lograr el sustento que me permita seguir viviendo evitando la desnutrición (estrategia).


Ahora bien... con este breve ejemplo, díganme si lo mismo no se puede adaptar a cualquier ámbito que implique la consecución de un logro: ascenso en el trabajo, éxito en una conquista amorosa, suceso en un emprendimiento, etc...


A lo que quiero llegar (y seré breve como ejercicio de autocontrol y aceptación del terreno en el que tengo que desarrollar mi táctica, para no aburrir a mis "presas" y no salirme de los márgenes de mi estrategia, je) es que toda actividad que pretendamos encarar en nuestras vidas debe ceñirse, en mi opinión, a la elaboración previamente citada.


Muchos fracasos parten del no análisis de las realidades, o de una transformación de esa realidad en otra cosa que nos sea más confortable. NO, la única verdad es la realidad decía el General, y más vale no salir de entre los matorrales antes de tiempo que pecar de sobreoptimismo o subestimación de la presa.


El que no piensa no gana.


Piénsenlo.


Nos vemos mañana, los quiero mucho.