Tema del Día

lunes, 16 de enero de 2012

Lágrimas en La Rosada

Su nombre era Túpaj Katari, y por él se me calleron las lágrimas un sábado de verano paseando por la Casa Rosada, la sede del Gobierno Nacional de Argentina. Hasta ese día nunca había escuchado hablar de él.


Túpaj Katari fue un indígena aimara (hoy sería boliviano) que lideró una de las rebeliones más extensas contra el Imperio Español en el Alto Perú, junto a su esposa Bartolina Sisa; y su hermana menor Gregoria Apaza.


Fue sacristán y panadero antes de iniciar su rebelión. Adoptó el seudónimo de Túpaj (o Túpac) Katari en homenaje al cacique rebelde Túpac Amaru II que se levantó en el Cusco; y Tomás Catari, cacique de Chayanta.


Este levantamiento indígena de finales del siglo XVIII fue el más extenso geográficamente y con más apoyo. Tomó dos años a los virreinatos afectados sofocarlo.


Después de ser apresado fue sometido a tortura y seis días después fue sentenciado, en ejecución similar a la de Túpac Amaru II, a ser atado de sus extremidades para que tirasen cuatro caballos de ellas, siendo finalmente descuartizado. Sus partes fueron repartidas por el Alto Perú, en señal de “escarmiento a los indios rebeldes”, su cabeza fue expuesta en el cerro de K’ili K’ili (La Paz), su brazo derecho en Ayo Ayo, el izquierdo en Achacachi, su pierna derecha en Chulumani, y la izquierda en Caquiaviri.


Francisco Tadeo Díez de Medina, el juez quien lo condenó a morir descuartizado en su sentencia dijo:


"Ni al rey ni al estado conviene, quede semilla, o raza de éste o de todo Tupaj Amaru y Tupaj Katari por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha hecho en los naturales... Porque de lo contrario, quedaría un fermento perpetuo..."

Así, vemos que desde hace muchos años se sostiene la premisa de borrar de la memoria de nuestros pueblos la conciencia de lucha contra los que nos quieren imponer otras realidades más acordes, lógicamente, a su beneficio que al nuestro; dividiendo, reprimiendo, descuartizándonos como pueblos para que no logremos confluir en la Gran Patria Latinoamericana.


La tradición oral le atribuye haber dicho a sus captores antes de morir la frase en lengua aymara:
"Naya saparukiw jiwayapxitata, nayxarusti waranqa, waranqanakaw kut'anixa..."


Que traducido al español significa:
"Hoy me matan..., pero mañana volveré y seré millones."

Sí querido Túpaj, sos millones... gracias por haber ofrendado tus jóvenes 31 años para liberar a tu pueblo. Ver tu imagen, conocerte en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos en la Casa Rosada me emocionó hasta hacerme llorar, llorar de bronca, de impotencia, de orgullo, de pena por cada vida que cayó en el camino de construcción de nuestra postergada hermandad con toda América Latina. No puedo menos que comprometerme a luchar en lo que pueda porque no haya sido en vano.

Dedicado va este artículo a cada amigo latinoamericano que tanto amo. El futuro es nuestro si logramos ser millones.

Siéntanlo.

Hasta mañana, los quiero mucho.

1 comentario:

  1. Y claro que se siente... y ver esas lágrimas en tus ojos fue lo impactante para mí... y emocionante... todo el paseo fue emocionante... porque el sólo hecho de ver que hoy estamos más cerca de los hermanos latinoamericanos que de los conquistadores emociona hasta las lágrimas... y me emocionó el hecho de poder visitar la Casa Rosada, NUESTRA CASA como dijo el guía que nos acompañó a recorrerla... y el museo del bicentenario, increíblemente representativo de toda nuestra historia... emociona y da miedo perderlo y perder esta unidad y hermandad latinoamericana que se ha generado en estos últimos años... y es por eso que yo también me comprometo a seguir luchando para que no tengamos que extrañar algún día todas estas cosas, sino que podamos profundizarlas y ser realmente la gran patria latinoamericana que nuestros líderes soñaron... a seguir trabajando pues, y sintiendo nuestra PATRIA!

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