Con este primer informe comienzo a cumplir el mandato que me ha encomendado su Corporación de redactar una serie de Escritos a modo de recomendaciones sobre las acciones a seguir por ustedes para la implementación en su país de un régimen de gobierno que les permita maximizar las utilidades, como así también ir generando bases sociales que permitan la perduración de dicho régimen a lo largo del tiempo. Sólo el tiempo será testigo del éxito de nuestras gestiones conjuntas, yo desde mi rol de consultor independiente e ideólogo, y ustedes como brazo ejecutor de las políticas que consideren ajustadas a sus designios.
Bien es sabido que enfrentamos momentos de lucha declarada entre los agentes que hoy detentan el manejo del Gobierno y las Corporaciones entre las cuales se encuentra la suya, y que estas luchas, oportunamente ganadas por nuestra parte, en mi opinión, inaugurará una era de pacificación y estabilidad social a través de la Corpocracia, nuevo principio rector que oportunamente describiré como parte de mis Escritos.
Son momentos en los que nuevos actores tecnológicos han devenido en sociales, y es perentorio tomar nota de estos nuevos paradigmas para poder inclinar la balanza de la Historia a nuestro favor, para así, haciendo uso de esos paradigmas, lograr el completo triunfo de nuestra ideología sobre la del colectivismo y la anarquía.
Para ello es que me aboco al primer punto, que para mí es la base de todas las acciones que debemos llevar a cabo para triunfar sobre el Enemigo: la política.
Debemos iniciar una campaña por todos los medios con que cuenta su Corporación para lograr el total desprestigio de la política tal como hoy la conocemos, ergo el modo de organización social que permite implementar cambios en el statu quo para llevar mayor bienestar a los sectores populares.
Sabemos que la implementación de nuevos términos en el imaginario social es una de las fortalezas en las que me pidieron basar mis Escritos, dada la naturaleza de su Coporación. A ello debemos apuntar con todas nuestras fuerzas.
La política debe ser redefinida como un medio de dilapidación de riqueza al servicio de una casta separada de la población común. Por lo tanto, es absolutamente necesario comenzar a hablar de "Clase Política", en tanto esa idea instalará en el imaginario popular que las personas que ejercen la política pertenecen a algo AJENO al pueblo.
Aunque el ciudadano medio debería por lógica pensar que aquellos que se abocan al trabajo político no pueden si no ser parte del pueblo mismo, ya que de allí provienen, es deber de nuestras acciones lograr que los perciban como seres externos, alienados, que no pertenecen al común, por tanto son posibles de ser atacados en sus características como agente infiltrados en la sociedad.
Debemos por todos los medios y en forma constante hacer al ciudadano común dudar de la honestidad de éstos, pero no de la honestidad cotidiana de cualquier persona, que permite pequeños actos de humanidad y flaquezas, sino definir como NECESARIA la caracterización de las personas que participan en la política como seres reclamables de perfección. Ahí está la fuerza del silogismo:
"Si no son como yo (PARTE del pueblo), por ende puedo exigirles más que a mí mismo, ya que pertenecen a otra CLASE (una superior, SOBRE el pueblo) de personas: los políticos."
Este es el principio de lo que desarrollaré en mi próximo escrito, que abordará nuevas ideas-fuerza a transmitir a la ciudadanía para lograr, con el tiempo, el total quiebre y separación de la sociedad con la política.
Atte.,
Nicholas McIavellow
Management Consulting
PD: He sufrido lo que interpreto un pequeño retraso con respecto al pago de mis honorarios, que espero se deba a alguna traba en la cadena interna de acciones que toda Corporación tan grande como la suya posee... Espero sus novedades con respecto a ese tema.
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