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domingo, 18 de marzo de 2012

Los Escritos Perdidos de Mr. Nicholas McIavellow - 5

Estimado CEO:


Con respecto al trabajo específico que sus medios deberían realizar para el establecimiento de un nuevo imaginario que lleve con el tiempo a la instalación de la corpocracia como modelo de ordenamiento social, definiré algunas acciones que deberían afrontar para ir transformando ciertos paradigmas:


1) Fortalecimiento de las sensaciones de inseguridad.
En este sentido no debemos quedarnos solamente con la obvia, o sea la seguridad que tiene que ver con los delitos. Debemos llevar la sensación de inseguridad a todos los órdenes de la vida privada. Esto es: inseguridad porque el Estado me robe lo mío, inseguridad por la estabilidad laboral, por la estabilidad económica, por el futuro, etc, etc, etc.
Debemos lograr que el ciudadano medio entre en un estado de miedo constante por perder lo que tiene, en todos lo ámbitos.
Para esto deberemos trabajar sobre el concepto de "ser", inclinando la balanza de lo espiritual a lo material. Lo espiritual es intangible, por lo tanto imposible de accionar sobre él, es lo verdaderamente privado... pero también es lo más trabajoso de adquirir. Por tanto ofreceremos modos más cómodos de ser, desde el escaparate de una tienda. Y con esto sí tendremos la masa base sobre la que trabajar el miedo a perder... lo material, que siempre es algo externo a nosotros, en contraposición con lo espiritual, que es algo interno e inseparable de nuestro ser. De nuevo el concepto de ser se vuelve alienado, algo que siempre será útil a nuestros fines...
Con ese sentimiento establecido, podremos operar con el bálsamo de nuestros discursos para apoyar uno u otro de nuestros candidatos, asegurando estabilidad.
Estabilidad debe convertirse en el sujeto supremo de nuestro discurso, asegurarles a los ciudadanos la tranquilidad sobre el presente y el futuro a partir de determinado candidato.
Todo lo que propenda al cambio, a la transformación, en fin, a la revolución constante que cualquier sociedad en constante evolución afronta, debe ser estigmatizado mediante el miedo.


2) El darwinismo socioeconómico como paradigma perfecto.
Punto ya abarcado en escritos anteriores. Lo privado y la autoregulación de lo privado que devendrá en beneficio de todos debe convertirse en el discurso dominante. Debemos convencer que la acción del Estado como contralor de lo privado distorsiona, no ayuda.
Idea fuerza:
Si lo privado funciona libremente, la dinámica tiende al mejoramiento constante por medio de la competencia libre, darwiniana, en la que la supervivencia del más fuerte mejora los productos y la realidad, derramando esos beneficios sobre el resto de la sociedad.
Si surgieran argumentaciones en contra de este principio, basados en que el lucro privado tiende a la acumulación de la riqueza y, por ende, a la desacumulación para la masa popular por razones matemáticas (si uno tiene cada vez más -dirán-, otros tendrán cada vez menos), deberemos hacerles entender que en este esquema darwinista, todos tienen derecho a llegar a la cima, haciendo que soporten su realidad cotidiana en la esperanza de que para ellos también hay posibilidades de llegar a "pertenecer" a la escala superior de la "cadena alimenticia" (los norteamericanos hemos trabajado insuperablemente este concepto, creando el paradigma del "American Dream").


3) Entronización del entretenimiento y la fama.
La fama será un espejo en el que los excluidos del sistema podrán apreciar las bondades del mismo. Es decir, que todos pueden acceder a ella al menos, como lo proclamara el artista Andy Warhol, por 15 minutos.
Deberemos darle a la "fama" el sentido más superfluo posible para que no sea resultado de alguna característica de tipo intelectual. Los famosos no deberían ser científicos, matemáticos, filósofos, en fin, cualquiera de este tipo de personas que pudieren llegar a cuestionar el status quo a través del análisis. No queremos análisis externo, ese trabajo nos corresponde a nosotros... La fama deberemos realzarla en los actores sociales más inofensivos que podamos encontrar, por caso deportistas, actrices, vedettes, etc., hasta llegar a crear una categoría específica que premie al famoso por la fama misma: el mediático. O sea la persona que es famosa por el sólo hecho de aparecer en los medios, con lo cual habremos completado el círculo perfecto de poder definir nosotros mismos el nivel de fama de tal o cual.
Al llegar a este punto, los medios se convertirán en la ruta más viable de llegar a pertenecer a esa escala en el darwinismo social que el estado mismo de las cosas le niega al ciudadano medio.
La fama llegará entonces por sí misma a detentar un valor supremo en nuestro tipo de organización social.


Creo que trabajando sobre estos 3 puntos principales, y generando las acciones que tiendan a su realización plena, tendremos el camino allanado para la instalación de la corpocracia como medio imbatible de organización social.


La descripción de las características deseables de la misma será el tema del próximo y último escrito, si no mediaran de su parte inquietudes anexas que impongan más documentos.


Saludos cordiales,


Nicholas McIavellow
Management Consulting


PD: Esto no quedará oficialmente en los escritos (espero), pero he decidido acortar los escritos de 7 a 6 en vistas de que el diferendo económico por el cual vengo reclamando desde el primer momento ni siquiera ha obtenido el mínimo comentario o respuesta de su parte. Si ustedes no cumplen con su parte, yo me veo en la obligación moral de no cumplir con la mía...

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