Tema del Día

martes, 6 de marzo de 2012

Los Escritos Perdidos de Mr. Nicholas McIavellow - 3

Estimado CEO:


Continuando con los conceptos vertidos en el anterior escrito, me abocaré aquí a un punto esencial en la implantación de un nuevo imaginario colectivo: el detrimento de lo público.


Debemos instalar la conciencia de que la ciudadanía se resume al trabajo individual (aporte por medio del trabajo), la contribución con el Estado por medio de los impuestos y la protección de los bienes privados. Todo lo público debe ser apuntado como una tierra de pocos en las que esos pocos lucran para el privado propio y no para el bien general. La corrupción debe ser instalada como un standard y no como una excepción; debemos invertir la carga de la prueba en este punto: todos los actores de lo público son corruptos hasta que se demuestre lo contrario, y ni así siquiera... Ese es el discurso que debemos imponer si queremos tener éxito. Así, lograremos un divorcio definitivo entre los actores individuales y las construcciones colectivas.


Es indispensable que los individuos estén abocados la mayor cantidad de tiempo a las labores de rédito privado y que el esfuerzo en tales labores sean cada vez más extenuantes, para que el devenir cotidiano de las mismas dejen sin fuerzas a los ciudadanos para encarar tareas adicionales.


Basado en esta premisa, las acciones propuestas son las siguientes:


1) Flexibilización paulatina de las pautas laborales, que logren que los trabajadores realicen sus tareas más allá de lo saludablemente aconsejable.
2) Refuerzo del concepto del consumo, que eleve los stándares de lo que es suficiente para lograr un estado de bienestar personal, y a su vez eleve la vara económica de ese bienestar.
3) Entronamiento del entretenimiento como descanso de ese pesar que deviene de las tareas que implican los puntos anteriores.


Estas acciones deberían retroalimentarse entre ellas.


Si logramos estos objetivos, tendremos a disposición una masa de personas agotadas, estresadas y cuyo único objetivo es llegar a sus casas (cansados del trabajo) para poder disfrutar de algún tipo de entretenimiento, sin fuerzas extra como para pensar en la construcción de algún colectivo que mejore la vida de la sociedad toda y, por ende, de la propia.


De esta forma, no les quedará otra alternativa que depositar la mejora del bienestar propio en manos ajenas que posean las fuerzas necesarias para realizar esas tareas de construcción, que ellos mismos ya no tendrán porque el sistema todo se las quita. No tendrán tiempo de leer, de trabajar colectivamente, de formarse para la acción ciudadana, etc. Así, depositarán en nuestras manos el ofrecimiento de soluciones externas que a ellos no les quedará más que aceptar, porque ni siquiera tendrán fuerza de espíritu para pensar en tomar acción por mano propia.


Desde este punto podemos comenzar a construir un imaginario de lo privado como mejor que lo público, ya que lo privado (la protección de lo propio conseguido gracias a su esfuerzo cada vez más pronunciado) ya formará parte de sus vidas, y lo público comenzará a ser visto con odio porque es aquello lo que (y aquí debemos ir desarrollando discursos que tiendan a la implantación de este concepto) les extrae el fruto de su trabajo para sostener todo un sistema de latrocinio.


Así evitaremos que vean a la sociedad como una construcción comunitaria, y la vean definitivamente como la suma de individualidades sin otra organización que la de un sistema corrupto y orientado al robo y la exacción de SUS bienes privados. En ese punto la mayoría de nuestro trabajo ya estará hecho...


Lo único público que debemos lograr que permanezca es la opinión, que denominaremos "opinión pública", pero que en realidad serán relatos establecidos por nosotros mismos.


La opinión no cambia, la opinión no transforma, la opinión no construye, la opinión es el acto de un ajeno que no participa en la acción.


Entonces debemos lograr que la única acción pública que ejerzan los ciudadanos sea la opinión. Y más cuando esa opinión, ese relato, no será de producción propia de ellos, si no nuestra. Pensarán que están actuando, pero estarán siendo actuados por nosotros mismos.


A esto deberá sumarse el trabajo sobre el concepto de solidaridad, tema que abordaré (espero) en el próximo escrito.


Atte.,


Nicholas McIavellow
Management Consulting




PD: El (espero) de mi último párrafo tiene que ver con que todavía seguimos con una discordancia en los términos de los pagos... no es el valor que habíamos arreglado... apelo a su buena voluntad para solucionar definitivamente este problema ya que, como usted verá, el mismo no ha impedido que le siga presentando mis escritos.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Yo me pregunto si esto no lo habían encontrado ya en los '90 y luego se perdieron por una década y lo volvieron a encontrar estos muchachos...

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  3. Bizarro o no parece que el CEO le hizo caso... será por eso que te suena a 90's Mar... je. Que lo tilden como bizarro no es un mal primer paso para terminar descubriendo que esto que vivimos es un poco surreal no?

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  4. Claro que si es Bizarro este menudo personaje, Nicholas McIavellow. Su pago no bien remunerado altero la linea del tiempo y se convirtió en un Coach de Vida y el escenario en el 2894 promete ser mas halagüeño. A mi no me queda la menor duda...Quedara escrudiñar sus escritos y confirmar mi teoría.
    Tuve problemas con el primer post Claudio. Bien interesante los escritos perdidos.!!

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