1) Guarde sus ideas para usted mismo
Allí fuera hay personas que piensan distinto, y algunas de ellas no aceptarán respetuosamente las suyas, incluso llegando al punto de descalificarlo e insultarlo, lo cual no es bueno para su salud espiritual.
2) No se comprometa
Mire siempre las diferentes realidades en las que se halle implicado desde una distancia prudencial. Inmiscuirse en esas realidades devengará en una experiencia más compleja, en la cual, por defender el todo, deberá inevitablemente aceptar las partes con las que no coincida, lo cual lo enfrentará con incongruencias que no le harán bien a su tranquilidad mental.
3) No llame la atención
Si usted no cumple con el punto 2), aún puede mantener una relativa tranquilidad evitando ventilar ese compromiso. Si los demás no conocen sus acciones, probablemente lo consideren uno entre ellos, y así evitará tener que realizar el ejercicio de defender sus convicciones, una tarea siempre ímproba y propensa a los insultos hacia usted o las ideas que defiende. A este respecto, recuerde el punto 1).
4) Recuerde sus prioridades
Siempre vuelva a lo esencial: que sus actividades se reduzcan a lo que puede resultarle útil a usted y sólo a usted: trabajo, ocio, familia, amigos, en fin, lo que se inscriba en el marco del desarrollo de las actividades socialmente aceptadas. Todo lo que sea probablemente condenable por parte de la media social debe ser evitado a riesgo de ser expulsado de ese grupo.
5) Proteja su espacio social
El incumplimiento del punto anterior lo dejará en una posición peligrosa, ya que la expulsión del conjunto medio de ciudadanos lo expondrá a desaparición o eliminación cuando algún modelo de reencauzamiento social busque deshacerse de aquellos elementos que desentonen con la media no comprometida. En ese caso, nunca espere la solidaridad de los que componen la media social, ya que, al no cumplir con los puntos 1) a 4), ya no lo considerarán como a un semejante, sino como un elemento exótico que no pertenece a la sociedad deseable. Desde ese punto de vista, ante su eliminación y/o desaparición no sentirán culpa ni pena, sino alivio, ya que su eliminación afirma en el mismo acto su razón de ser como son, y de hacer lo que hacen (puntos 1 a 5).
Con estos 5 sencillos puntos, consideramos que podrá transitar por el mundo sin más contratiempos que los que la vida y el sistema mismo le propondrán, que ya bastantes son, por lo cual... ¿para qué sumar contratiempos? Obedezca y tendrá una vida más cómoda.
Hasta la próxima, los quiero mucho.
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